Reforma Laboral. Infórmate, Debate y Propone

El H. Diputado Gabriel Boric con su intervención en votación de la Comisión Trabajo, lanzó dardos contra Ministros y Nueva Mayoría.

"Yo creo Ministros... que están demasiado acostumbrados a la política binominal, sólo discuten con la derecha, entre ustedes, entre amigos, pero a la hora de discutir con propuestas que no han venido de sus sectores, de lo sectores tradicionales de la política, sencillamente sordos, sordera. Lo que yo quiero plantear en esta intervención es que el debate no es solamente entre ustedes; sus exposiciones Ministro Arenas y Ministra Blanco, son una bofetada a quienes desde el sindicalismo y también desde posiciones de izquierda que son legítimas, hemos planteado visiones diferentes sobre el tipo de Reforma Laboral que necesitamos"
H. Diputado Gabriel Boric, en intervención en Comisión Trabajo por votación de Proyecto de Reforma Laboral, Santiago, 17 de marzo de 2015.

        

El pasado jueves 12 de marzo, la Fundación Sol invitó a las organizaciones gremiales y de la sociedad civil a una Jornada por los Derechos Colectivos de los Trabajadores, que tuvo como expositores a José Luis Ugarte, profesor Derecho Laboral de la UDP; Karla Varas, abogada experta en Derecho Laboral, Francisco Figueroa, en representación del Diputado Gabriel Boric, Giorgio Jackson, Diputado de la República, entre otros.

La discusión con respecto a este proyecto de Reforma Laboral que criminaliza la huelga, disminuye el poder negociador de los sindicatos y no se abre a la Negociación Colectiva por Ramas, que en la mayoría de los países es el pilar fundamental para distribuir mejor la riqueza, se ha centrado en el papel que juega el Gobierno de la Nueva Mayoría y como la lógica del binominal no permite avances sustantivos en materia laboral.

El proyecto de Reforma presupone la mala fe y la desconfianza hacia los instrumentos legales que tienen los trabajadores, como es el Derecho a Huelga. La denominada Reforma Laboral pro-empresarios mantiene la lógica anti-trabajadores instaurada en la Dictadura de creer que "los trabajadores somos una manga de ignorantes que queremos llevar a la quiebra a los empresarios", cuestión que no tiene ningún fundamento ni racionalidad, cuando lo que persiguen los derechos de los trabajadores es mejorar las condiciones de trabajo, tener una relación armónica con el empleador y que la empresa sea exitosa.

Con este Reforma sigue el miedo hacia la acción sindical y colectiva de los trabajadores. El conflicto es entendido en los países más exitosos como una cuestión natural que debe resolverse mediante el uso de los Derechos internacionales, como son la Negociación Colectiva (empresarial y por Ramas productivas) y la Huelga, sin tanta intermediación del Estado, entendiendo el rol de cada uno y en un marco de confianza. En Chile, en tanto, la clase política parece no entender que la relación laboral debe basarse en la confianza de las partes.

En este mismo plano, el Gobierno no puede seguir excusándose en no contar con mayoría en las cámaras del Parlamento, como lo ha venido haciendo desde el regreso a la democracia y que ha sido objeto de un consenso obligado con la derecha, por lo tanto hoy, que sí hay mayoría en ambas cámaras, cabe cuestionarse: ¿Cuál es la razón para no hacer una reforma laboral que realmente beneficie a los trabajadores? ¿Tanto compromiso existe con el empresariado?

Ayer, en la votación de la Reforma Laboral en la Comisión Trabajo del parlamento, el Diputado Gabriel Boric hizo una excelente intervención, a través de la cual mencionó las verdades que el Gobierno y la Oposición no han querido escuchar y enfatizó que los trabajadores NO hemos participado en este proyecto:



A continuación el link al cuadernillo que explica los detalles del proyecto (DESCARGAR CUADERNILLO), la presentación de la Fundación Sol en su Jornada (DESCARGAR PRESENTACIÓN) y Declaración de los Trabajadores:

Declaración sobre el Proyecto de Reforma Laboral

Nuevamente aparece en el debate político la necesidad de transformar la institucionalidad laboral legada por la dictadura. Sin embargo, pese a altas expectativas del mundo sindical, nos encontramos con un proyecto que no cumple con la promesa de terminar con los lineamientos formulados por el Plan Laboral.

Este diagnóstico se funda, entre otros, en los siguientes elementos:

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  • Se mantiene la negociación colectiva a nivel empresa: con esto se mantiene intacto el núcleo fundamental del Plan Laboral, que margina de la negociación colectiva a más del 50% de trabajadores del país, que laboran en empresas en que no se reúne el quórum para constituir sindicatos y que sólo con una negociación por rama podrían quedar bajo la cobertura de un contrato colectivo.
  • Inclusión de la flexibilidad pactada en la jornada de trabajo: se permite que en algunos casos a través de la negociación colectiva y en otros con la sola voluntad unilateral del empleador se negocien derechos laborales irrenunciables, entre ellos, se pacten sistemas de distribución de jornadas de trabajo no permitidas actualmente por el Código del Trabajo, accediendo a una de las demandas históricas del gran empresariado que solo aumentará la precarización laboral.
  • Servicios mínimos universales: se prohíbe el reemplazo en los puestos de trabajo pero a la vez se obliga a los trabajadores a reemplazarse a sí mismos proporcionando al empleador equipos de emergencia para atender “servicios mínimos” que garanticen la continuidad para evitar daños en las instalaciones y propiedad de la empresa. Además se faculta a los tribunales a poner término a la huelga, ordenando la reanudación de faenas.
  • Mantención de una hiper­regulación en materia colectiva: se complejiza aún más la negociación colectiva, se crean nuevas etapas y se promueve una excesiva intervención de la Dirección del Trabajo, llenando de obstáculos la acción sindical.
  • La criminalización del derecho a Huelga: el actual proyecto sigue considerando la huelga como una etapa indeseable de la negociación colectiva –y no como un derecho fundamental de los trabajadores-­, de ahí que establezca numerosas restricciones injustificadas tales como sanciones de desafuero a los dirigentes sindicales cuando su uso se considere abusivo o suponga “fuerza física o moral”, y una exagerada regulación procedimental.


El proyecto de reforma laboral, tal como está formulado hoy, no refunda ni supera el Plan Laboral sino que lo mantiene y en otros casos profundiza su injusticia. Ello se explica porque los trabajadores no participaron de su confección, no se consideraron sus propuestas, y muchos ni siquiera serán escuchados en la Cámara de Diputados antes que este proyecto se empiece a votar. Si este proyecto no se lleva adelante con los trabajadores, ¿qué intereses serán entonces los que el gobierno considerará?

Los ciudadanos chilenos nos hemos visto con buenas razones instados a desconfiar de la actual relación entre dinero y política. Una reforma cuyo contenido parece hecho a la medida de los empresarios acrecienta la crisis. Hoy se presenta una oportunidad de mostrar que, algunas veces y cada vez más, los cambios en Chile pueden ser hechos para y por los trabajadores.

Es responsabilidad del gobierno frenar este proyecto así como está e incorporar al mundo del trabajo en sus diversas expresiones, pues entre los numerosos amarres que heredamos de la constitución de la dictadura se encuentra la irracional disposición que impide que los parlamentarios puedan presentar indicaciones para modificar las normas sobre negociación colectiva y huelga. En esta materia la reforma es iniciativa exclusiva del poder ejecutivo.

Es por eso que hacemos un llamado a revisar su contenido en conjunto y de cara al movimiento sindical, a los académicos y al resto de la ciudadanía, pues estamos en contra del contenido y forma de este proyecto. De otra manera, la inmensa mayoría de chilenos verán pasar una reforma que sólo introduce algunas mejoras superficiales pero también severos retrocesos en los derechos laborales.


Por: LUIS SALAS ESPINOZA

Superintendencia de Pensiones    ANEF    CUT    AFUMINVU