En la SP nadie sobra ni es "grasa"

1) La Tercera: Superintendencia de Pensiones contará con más facultades de fiscalización y un aumento de 9 funcionarios (VER NOTA)

Hasta el momento, esta Directiva no ha tenido ninguna información oficial de parte de la Autoridad sobre estos 9 cargos nuevos.

2) Diario el pulso, página 13, en la que se informa que el Gerente General de la Asociación de AFP, Fernando Larraín, apuntó a que se tiene que revisar la dotación de la Superintendencia de Pensiones porque podría haber "mucha grasa adentro" (VER NOTA)

Para aquellos que no entienden el significado de "grasa" para referirse a los funcionarios de la administración del estado, les contamos que es el término con el que se hace referencia a las personas que trabajan en una institución y que no realizan tareas que aporten efectivamente a la consecución de los objetivos del negocio. En algunos casos, también se refiere a personas que hacen tareas mínimas o despreciables dentro del aparato público pero que se les mantiene contratadas para que no pierdan su fuente de ingreso.

Es preciso recordar que este término fue utilizado en la campaña presidencial del Presidente Piñera (VER NOTA)

En otras palabras, es el término peyorativo con el que los sectores neoliberales de Chile se han referido, desde los años 70', a la administración del estado, con la intención de reducir su tamaño.

La reducción del estado ha significado para Chile descuidar las fiscalizaciones a las entidades privadas que mercantilizan nuestros derechos sociales, descuidar la calidad en la entrega de beneficios sociales, elevar los niveles de estres de los trabajadores públicos y aumentar la cantidad de contrataciones a honorarios que realizan labores permanentes, pues claro, las labores necesarias del Estado de Chile se deben seguir realizando a pesar de la reducción de las plantas y las contratas. La realidad es que la reducción por motivo de la "grasa", nos ha llevado a tener un estado pequeño (plantas y contratas), pero con una gran sombra de trabajadores precarizados a honorario (cerca de 300.000).

En particular, en la Superintendencia de Pensiones sentimos y conocemos que la carga de trabajo se ha elevado de manera constante en los últimos 10 años, con un aumento muy marginal de la dotación del personal, pero con el compromiso de cumplir con los planes y metas que se nos han impuesto, en muchos casos. La realidad es que tenemos compañeros estresados, cumpliendo jornadas extraodinarias de trabajo, muchos de los cuales no reciben compensación horario ni pago de horas extras y que algunos incluso se llevan trabajo para la casa los fines de semana.

Por lo dicho, nos parece una ofensa que el sr. Larraín piense que una de las razones por las que esta Superintendencia necesita un aumento de dotación sea que "hay mucha grasa". Aquí nadie sobra ni es "grasa". Todos somos parte de un engranaje que funciona pero que necesita más piezas para fiscalizar aun mejor a las AFP, sobretodo si se adquieren más funciones, por lo tanto, la única razón que motiva estas nuevas contrataciones es por lo que termina diciendo el sr. Larraín "o efectivamente lo que está pasando es que con nueve (personas) no dan abasto para la cantidad de trabajo que requiere una supervigilancia del sistema previsional chileno".

La Directiva buscará las acciones correspondientes tras estas declaraciones, a fin de aclarar los dichos del sr. Larraín, y de impulsar con mayor fuerza el necesario aumento dotacional.